En el corazón de Buenos Aires, el Teatro Regina se viste de gala para recibir nuevamente a las "Chicas de New York". Esta producción, que ya cosechó éxitos en temporadas anteriores, regresa con la promesa de cautivar a una nueva generación de espectadores. El musical, creado por el equipo detrás del exitoso "Despeinada", se sumerge en la vida de cuatro mujeres inmortalizadas por Carlos Gardel: Mary, Betty, Peggy y Julie.
La trama nos transporta a 1930, en plena crisis financiera de Nueva York, siguiendo a Julie en su búsqueda de un padre desconocido en las calles de Buenos Aires. Esta premisa, aunque no revolucionaria, sirve como un efectivo catalizador para una serie de situaciones que oscilan entre lo cómico y lo emotivo. El texto de Hernán Bonsergent, si bien no sorprende por su originalidad, logra entretejer hábilmente elementos del tango, la comedia de enredos y el drama familiar. La decisión de ambientar la historia entre Nueva York y Buenos Aires permite un juego interesante de contrastes culturales, aunque por momentos cae en clichés previsibles sobre ambas ciudades.
Funciones: Jueves 20:30hs, Teatro Regina, Avenida Santa Fe 1235, CABA.
Lo que verdaderamente destaca en "Chicas de New York" es su ambición escénica. Con un elenco de 25 artistas, la producción logra crear cuadros musicales visualmente impactantes, que compensan con creces cualquier limitación presupuestaria. La dirección general de Ariel Ciocco y Rodrigo Villani merece un reconocimiento especial por su capacidad de orquestar semejante despliegue en el escenario del Regina.
Las coreografías de Villani son uno de los puntos altos del espectáculo. Logran capturar la esencia de la época y transmitir la energía necesaria para mantener al público enganchado. La dirección vocal de Marcelo De Paula también merece elogios, sacando lo mejor de un elenco evidentemente talentoso.
Hablando del elenco, es imposible no mencionar la participación especial de Lorena Paola, quien aporta su experiencia y carisma a la producción para un elenco que en general suma lo mejor de sí individualmente para entretener en general a la platea. El vestuario de Alfredo Miranda y la escenografía de Yamila Barreira, logran recrear tanto el glamour decadente de Nueva York como la atmósfera porteña de los años 30 con ingenio y eficacia, maximizando recursos limitados.
Musicalmente, esta actual propuesta ofrece una mezcla interesante de estilos, fusionando elementos del tango con sonoridades más contemporáneas. Es imposible hablar de este musical sin mencionar el contexto de su producción. Realizado en forma de cooperativa y mediante autogestión, "Chicas de New York" es un testimonio del espíritu resiliente y creativo del teatro independiente argentino. En un panorama donde los recursos son escasos, esta producción demuestra que la pasión y el talento pueden superar las limitaciones materiales.
En resumen, "Chicas de New York" es un espectáculo que, a pesar de sus imperfecciones, logra entretener y emocionar. Su mayor fortaleza radica en la energía y el compromiso de su elenco, que eleva el material más allá de sus limitaciones. Para los amantes del género musical, es una propuesta más que válida que merece ser apoyada.