27 Sep
27Sep

En el corazón de Villa Crespo, el NÜN Teatro Bar se convierte en una máquina del tiempo que nos transporta a los turbulentos años previos a la crisis del 2001. Alberto Ajaka, en su unipersonal "La vergüenza de haber sido y el dólar de ya no ser"(testimonio dramático de un sobreviviente 1997-2001), nos sumerge en un torbellino de emociones y recuerdos que sacuden la conciencia colectiva argentina. Las funciones son los viernes a las 22.30hs en Juan Ramírez de Velasco 419. CABA. 

Desde el momento en que Ajaka pisa el escenario, el público queda atrapado en una narrativa frenética que recorre cinco años cruciales de la historia reciente del país. Con una energía arrolladora, el actor-director-dramaturgo encarna a un joven emprendedor atrapado en la vorágine de una época marcada por la ilusión de la convertibilidad y el espejismo del primer mundo.

La puesta en escena, austera pero efectiva, permite que el virtuosismo de Ajaka brille sin distracciones. Su capacidad para transformarse en múltiples personajes es asombrosa, transitando con fluidez entre la comedia y el drama. Los 80 minutos de duración podrían resultar excesivos para algunos, pero la intensidad de la actuación mantiene al espectador en vilo, sin darle respiro para despegar la mirada del escenario. 



El texto, plagado de referencias a la cultura popular y política de los 90, es un festín para quienes vivieron esa época. Sin embargo, incluso para las generaciones más jóvenes, la obra funciona como un vívido retrato de un período que moldeó el presente argentino. Ajaka logra el difícil equilibrio entre lo personal y lo colectivo, utilizando su propia biografía (real o ficticia, poco importa) como vehículo para explorar las contradicciones de una sociedad al borde del abismo. 

La dirección, también a cargo de Ajaka, demuestra un dominio del ritmo teatral. Los momentos de humor desopilante se alternan con pasajes de profunda reflexión, creando una montaña rusa emocional que refleja la inestabilidad de aquellos años. El uso del espacio es ingenioso, convirtiendo el pequeño escenario del NÜN en un universo expansivo que abarca desde La Matanza hasta Puerto Madero. 

Uno de los aspectos más destacables de la obra es su capacidad para generar empatía. A pesar de lo cuestionable de algunas acciones del protagonista, Ajaka logra que el público se identifique con su lucha por mantenerse a flote en un sistema que se desmorona. La obra se convierte así en un espejo incómodo que nos obliga a cuestionar nuestro propio papel en la construcción (y destrucción) del tejido social. 

"La vergüenza de haber sido y el dólar de ya no ser" es, en definitiva, un tour de force actoral y un ejercicio de memoria colectiva. Ajaka se desnuda en escena, literal y metafóricamente, para ofrecernos un testimonio que oscila entre lo cómico y lo trágico, lo íntimo y lo universal. La obra no ofrece respuestas fáciles, pero sí plantea preguntas incómodas sobre la identidad argentina y los ciclos de crisis que parecen repetirse. 

Para aquellos que vivieron los 90, la obra será un viaje nostálgico y doloroso por igual. Para las nuevas generaciones, una oportunidad de comprender las raíces de muchos de los problemas actuales del país. En ambos casos, es una experiencia teatral difícil de olvidar, que reafirma el poder del arte para procesar el trauma colectivo y, quizás, encontrar nuevos caminos hacia adelante. 



Ficha técnico-artística 

Autoría: Alberto Ajaka Actúa: Alberto Ajaka  Fotografía: Malú Campello  Asistencia: Luciano Kaczer  Producción: Luciano Kaczer Diseño de iluminación: Adrián Grimozzi  Prensa: LK Prensa & Comunicación  Dirección: Alberto Ajaka


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