En el corazón de Palermo, el Monopol Lab se ha convertido en el escenario de una de las propuestas más audaces y refrescantes de la cartelera porteña. "Posiblemente un fracaso", la nueva obra dirigida por Julia Morgado y Lucia Asurey, desafía las expectativas desde su provocativo título hasta el último segundo de su representación.
La pieza nos sumerge en el torbellino mental de una dramaturga treintañera, quien lucha contra el bloqueo creativo mientras intenta dar forma a su próxima creación. Lo que podría haber sido un monólogo introspectivo se transforma en un caleidoscopio de géneros y estilos, donde el western se codea con el punk rock, y los musicales se entrelazan con el drama autobiográfico.
El elenco, compuesto por Ana Balduini, Tomas Limansky, Jenni Merla y Macarena Suarez, despliega una fluidez actoral envidiable. Su capacidad para transitar entre diferentes "mundos actorales" es uno de los puntos altos de la obra. Cada cambio de escena es una sorpresa, una nueva capa que se despliega ante los ojos del espectador, manteniendo el interés y la intriga a lo largo de toda la función.
La dramaturgia de Morgado es un ejercicio brillante de metateatro. A través de las sesiones de terapia de la protagonista y el caos de sus ideas, la obra explora temas universales como la creatividad, el fracaso y la autorrealización. La pregunta que sobrevuela la sala es punzante: ¿Es suficiente la inspiración para dar cierre a los proyectos inconclusos?
La puesta en escena es un festín para los sentidos. La escenografía minimalista de Camila Perez se transforma con la iluminación envolvente de Victoria Beheran, creando atmósferas que van desde la intimidad de un consultorio hasta la vastedad del lejano oeste. El vestuario de Sofía Davies es un personaje más, adaptándose a cada universo que la obra construye y destruye.
La música original de Fran Gaia merece un párrafo aparte. Lejos de ser un mero acompañamiento, se integra orgánicamente a la narrativa, subrayando los momentos de tensión y liberación de la protagonista. Los arreglos punk y las melodías de musical se entrelazan en una banda sonora que refleja la multiplicidad de universos que la obra propone.
"Posiblemente un fracaso" es todo menos eso. Es una obra que toma riesgos y sale airosa. La fusión de elementos culturales, generacionales y estilísticos podría haber resultado en un caos ininteligible, pero en manos de Morgado y su equipo, se convierte en una propuesta innovadora y coherente.
El espacio íntimo del Monopol Lab en Darwin 1351 potencia la experiencia, creando una cercanía con los actores que intensifica cada gesto y cada palabra. Las funciones de los lunes a las 20:30 se han convertido en una cita obligada para los amantes del teatro experimental.
Lo que hace que "Posiblemente un fracaso" sea un éxito es su capacidad para resonar con el público. ¿Quién no se ha sentido alguna vez un poco fracasado, confundido o ambiguo? La obra nos invita a reírnos de nuestras inseguridades y a abrazar el caos creativo como parte del proceso artístico y vital.
En un panorama teatral a menudo dominado por fórmulas probadas, esta pieza se atreve a desafiar las convenciones. Con su enfoque original y sus toques de humor bien pensados, no solo divierte sino que también deja espacio para la reflexión y el análisis.
"Posiblemente un fracaso" es un triunfo de la experimentación teatral. Es una obra que te hace reír, pensar y, sobre todo, sentir. Sale del teatro Monopol Lab para quedarse en la mente del espectador, invitándolo a cuestionar sus propios procesos creativos y vitales.
Con entradas a $10.000, esta producción independiente demuestra que el teatro argentino sigue siendo un terreno fértil para la innovación y la excelencia artística. "Posiblemente un fracaso" no es solo una obra; es una experiencia que ningún amante del buen teatro debería perderse. Es, sin duda, uno de los éxitos más inesperados y refrescantes de la temporada.