"Los amantes del cuarto azul", una vorágine de pasión en el Teatro Border
En un escenario teñido de un sugestivo tono azulado, la pasión desbordante entre dos extraños cobra vida en "Los amantes del cuarto azul". El estreno de su nueva temporada tendrá lugar el próximo sábado 06 de julio a las 21:30 hs, en el Teatro Border de la calle Godoy Cruz 1838, CABA. Dirigida por Alan Barceló, esta obra de Eloísa Tarruella cautiva con su atmósfera erótica y un argumento que explora los deseos más íntimos en medio del caos.
La trama se desarrolla en un apartamento donde un joven solitario (interpretado por Renzo Calabressi) se ve sorprendido por la inesperada llegada de una mujer (Vanina Corral) que huye de los disturbios sociales que estallan en las calles. Este encuentro fortuito desata una vorágine de emociones y un vínculo apasionado que desafía las convenciones.
Desde el inicio, la tensión sexual entre los protagonistas es palpable. Corral y Calabressi logran transmitir con destreza la atracción magnética que los une, a través de miradas cargadas de deseo y una cuidadosa coreografía de movimientos sensuales. Daniel Sciarrone, responsable de la dirección de movimientos, merece un reconocimiento por orquestar con maestría estas danzas eróticas que envuelven al espectador en un clima íntimo y cautivador.
Sin embargo, más allá del innegable magnetismo físico, la obra también explora las complejidades emocionales que surgen entre estos dos desconocidos. Tarruella entreteje hábilmente las historias personales de cada personaje, revelando secretos bien guardados y reflexionando sobre la vida, el amor y los deseos más primitivos.
Barceló, en su rol como director, logra amalgamar estos hilos narrativos con destreza, aunque en ocasiones el argumento se siente algo disperso y podría beneficiarse de una mayor coherencia interna. No obstante, esta pequeña debilidad se ve compensada por la intensidad interpretativa de los actores y la atmósfera envolvente que crean en escena.
Cabe destacar la musicalización de Juan Frías, que acompaña magistralmente la acción, aportando capas emocionales y realzando los momentos más intensos de la obra. Asimismo, la asistencia de dirección de Romina Priano contribuye a mantener un ritmo fluido y una transición armoniosa entre las diferentes escenas.
En resumen, "Los amantes del cuarto azul" es una propuesta audaz y cautivadora que no teme sumergirse en las profundidades de la pasión humana. Con una puesta en escena sensual y unas actuaciones comprometidas, esta obra invita al público a abandonar sus inhibiciones y entregarse a un torbellino de emociones y deseos desinhibidos.