En “Big Boys”, el escritor y director Corey Sherman nos presenta una historia de amor queer sobre el auto descubrimiento sexual de un adolescente. Isaac Krasner interpreta a Jamie, un joven de 14 años que sueña con acampar con su hermano y su prima, pero su plan se ve amenazado cuando Allie trae a su novio corpulento, Dan. A medida que el fin de semana avanza, Jamie se siente atraído por Dan, quien exuda confianza y masculinidad, lo que lo lleva a intercambios incómodos y aceptar sus deseos. La actuación de Isaac Krasner es sublime, y el debut de Corey Sherman es un verdadero tesoro de cuatro hojas: delicado, único y sutilmente mágico.
En su film, Sherman navega con habilidad el enamoramiento de Jamie con un estilo naturalista que se siente inmersivo en su entorno de campamento y digno de estremecimiento en la vulnerabilidad cruda de Jamie. Basándose en experiencias personales, Sherman captura momentos de emoción adolescente identificable mientras Jamie intenta imaginarse a sí mismo más allá de los años de autodescubrimiento y hasta la edad adulta.
La película muestra una larga caminata a través de los bosques junto al lago, que se convierte en una oportunidad para que Jamie tenga un tiempo a solas con Dan, cuando Allie y Will se cansan de caminar y deciden regresar. Ese interludio extendido proporciona algo de catarsis cuando se pierden sin señal de teléfono celular y los roles se invierten brevemente. Además, una escena en la que Jamie sufre una lesión y Dan se quita la camiseta para vestir la herida es tierna y graciosa.
“Big Boys” tiene un gran corazón y se tapa en algo muy honesto y verdadero. Todos queremos a los que deseamos que nos deseen de vuelta, y todos tendremos que atravesar picos. La película de Sherman alcanza la esperanza de que aquellos a quienes damos nuestro corazón lo traten con cuidado.
Sherman quiere canalizar los sentimientos de saber lo que quieres pero no exactamente tener las herramientas adecuadas para lograrlo. La película es una crítica de la sociedad y la cultura actual, ya que muestra la confusión y la complejidad de la adolescencia y cómo los jóvenes tratan de encontrar su lugar en el mundo. Sherman logra plasmar este tema de manera efectiva y realista, lo que hace que la película sea una verdadera joya de la cinematografía gay de hoy.