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El Arte de Fracasar en Grande: Una Mirada al Fenómeno de los "Flops" Cinematográficos

Cuando escuchamos la palabra "flop" en el ambiente cinematográfico, ese término inglés que describe el fracaso estrepitoso de una película, no podemos evitar hacer una mueca de dolor. Como bien señaló Martin Scorsese, resulta casi obsceno reducir el séptimo arte a una mera cuestión de números, presupuestos y recaudación de taquilla. "Es insultante", declaró el maestro, y desde estas pampas no podemos más que darle la razón.  


La matemática del desastre 

El reciente tropiezo de "Joker: Folie à Deux" nos recuerda que ni siquiera las franquicias más exitosas están exentas del fracaso. Pero, ¿acaso no tenemos nuestros propios ejemplos? Imposible no mencionar "Condor Crux" (2000), aquella ambiciosa apuesta por la animación argentina que, pese a su presupuesto millonario para la época, no logró conectar con el público. O el caso más reciente de "Corazón de León" en su adaptación hollywoodense "Little Bit of Heaven", que demostró que no todo lo que brilla en nuestro mercado local puede replicarse en otras latitudes.   



La maldición del presupuesto excesivo 

Así como Howard Hawks sufrió con su faraónica "Land of the Pharaohs" (1955), donde los extras egipcios cantaban improperios contra Warner Brothers, nosotros tuvimos nuestros propios delirios de grandeza. ¿Quién no recuerda el ambicioso proyecto "Patoruzito" (2004), que si bien no fue un fracaso total, jamás logró recuperar la inversión millonaria que requirió su animación?




Del fracaso al culto 

El caso de "Freaks" (1932) de Tod Browning, prohibida y luego reivindicada como una obra maestra, encuentra su eco en nuestra "Plata Quemada" (2000). La adaptación de la novela de Piglia, dirigida por Marcelo Piñeyro, fue inicialmente vapuleada por la crítica y tuvo una tibia recepción en taquilla, pero con el tiempo se ha convertido en objeto de culto y estudio en las escuelas de cine. 


El futuro incierto 

En la era del streaming, donde las plataformas custodian celosamente sus números de audiencia, cabe preguntarnos si el concepto tradicional del "flop" está en vías de extinción. Netflix Argentina, por ejemplo, nunca reveló las cifras exactas de visualización de "La corazonada" (2020), dejándonos sin la posibilidad de medir objetivamente su impacto. 



Reflexión final 

Quizás, como sugiere Scorsese, deberíamos dejar de obsesionarnos con los números y concentrarnos en el valor artístico de las obras. Después de todo, algunas de nuestras películas más queridas, como "La Historia Oficial" o "El Secreto de sus Ojos", nacieron en épocas donde el éxito comercial era secundario frente a la necesidad de contar historias significativas.

En palabras de Ricardo Darín, quien ha vivido ambas caras de la moneda: "El fracaso en taquilla no determina el valor real de una película. A veces, las obras más importantes son aquellas que inicialmente nadie quiso ver". Una reflexión que, en tiempos donde el cine argentino lucha por su supervivencia, resulta más pertinente que nunca.