La huérfana: el origen, la historia de cómo nació un ícono del terror moderno
Luego de casi 13 años ya está en la gran pantalla un personaje que se volvió de culto. Basado en detalles de un caso real, el film vuelve a poner a Isabelle Fuhrman en la piel de la pequeña niña homicida.
Volvió la niña malvada a los cines como una continuación de la historia que sorprendió a la audiencia en 2009. La huérfana causó estupor al abordar la historia de una pequeña de 9 años que intenta asesinar a su familia adoptiva. La huérfana: el origen, bajo la dirección de William Brent Bell, invita a la platea a conocer el nacimiento de este desequilibrado personaje. En esta nueva entrega, la trama ocurre dos años antes del film original, en el seno de otra familia. A pesar de no aportar demasiado a la historia ya contada, tiene una vuelta de tuerca que resulta muy interesante. El papel principal sigue a cargo de Isabelle Fuhrman, quien, a sus 25 años, ha tenido el enorme desafío de crear un personaje lo suficientemente inocente como para pasar por una niña.
El film del 2009 no ha logrado ser un clásico del terror o thriller, pero su protagonista sí se ha hecho un lugar menor entre otros asesinos reconocidos. ¿Quién podría olvidar una niña que en realidad es una mujer adulta? ¿cómo despegar la imagen de su verdadero yo? La pequeña huérfana, a quien esta familia acoge de buena fe, es en realidad una mujer adulta con problemas de crecimiento y una inclinación hacia el homicidio. De seguro algo que logró potenciar el film, fue la carrera de la genial actriz Vera Farmiga, quien se lució en el papel de la madre adoptante. Esta segunda película vuelve a sorprender no por su historia, sino por las actuaciones del elenco. Si bien es rescatable que su trama haga un resumen del cuento original para situar a los nuevos espectadores; la historia podría funcionar por sí sola, gracias a sus giros perturbadores.
Basado en casos reales
La película rodea los 90 minutos, y continúa el camino de la locura con algunas cuotas de gore, bastante suspenso y algunos momentos de profundo terror. La trama, ambientada en 2007, sigue a Leena, nombre real de “la huérfana”. Luego de lograr escapar de un manicomio y hacerse pasar por una niña perdida, esta viaja de Letonia a los Estados Unidos. Los efectos son rescatables, pero no asombrosos; un CGI irregular, donde lo que sí ha logrado es la frescura de la trama.
La historia está inspirada en el caso de Barbora Skrlova, una mujer de República Checa que fue enjuiciada por maltratar a sus hijas. Barbora le echó la culpa a una de sus hijas adoptadas, la cual también sufría de hipopituitarismo, lo que hacía que se vea aniñada. Esta vez, el film también se toma ciertas libertades al rescatar algunos detalles de otro caso que llegó a las noticias policiales: un adolescente francés que se hace pasar por un estadounidense perdido. Este es aceptado por la familia de la persona desaparecida, a pesar de no presentar tanto parecido físico con quien dice ser.
La resurrección de una asesina
Para Isabelle Fuhrman, convertirse en una criatura que apenas rozaba los 10 años, ya era un desafío 13 años atrás. En La huérfana: el origen la brecha de edad es aún mayor: su personaje es dos años menor, y la actriz tiene casi un cuarto de siglo. No obstante, Fuhrman es un acierto en la pantalla. No solo debido a su buena actuación y entrega, sino al juego del director de sumar otras jóvenes actrices. En cuanto al director, Bell logra precisos efectos al jugar con la óptica de la cámara para crear trucos de encuadre. Un recurso que resultó muy bien fue el de vestir a los demás actores en zapatos con plataformas para las escenas compartidas con Isabelle. A su vez, y como en un rompecabezas, el personaje principal está compuesto por la cabeza de la actriz Fuhrman y el resto del cuerpo de niñas casteadas especialmente.
La nueva madre de este macabro personaje no es otra que Julia Stiles. La protagonista consagrada de Cien cosas que odio de ti, logra una muy buena química con la protagonista, la cual da excelentes resultados en cámara. El elenco lo completa Rossif Sutherland, como un padre protector y de profesión artista, con quien la niña logra rápida empatía por compartir pasión por la pintura.En resumen, un film de mediano terror que mantiene el ritmo vertiginoso de principio a fin, con muchos giros que logran potenciar la sencilla trama inicial. Una apuesta que va a complacer a los fans de la película original, y se dejará ver por los nuevos espectadores sin demasiadas complicaciones.