"The Man with the Answers" se centra en un principio en la vida de Victoras (Vasilis Magouliotis), un joven chipriota cuya existencia se ve delineada por una serie de circunstancias que revelan mucho más que su rutina diaria. A través de un montaje inicial sin diálogos, somos testigos de su cuidado hacia su abuela enferma y de su resentimiento hacia su madre, quien emigró a Alemania en busca de una nueva vida. Esta relación conflictiva se manifiesta en gestos aparentemente simples, como el envío de libros de gramática alemana por parte de su madre.
La trama toma un giro inesperado con la muerte de la abuela, dejando a Victoras solo en el mundo. Decidido a enfrentar su pasado, emprende un viaje a Alemania para reunirse con su madre después de ocho años de separación. Sin embargo, sus verdaderas intenciones permanecen en la oscuridad, tanto para el espectador como para él mismo. En su camino, Victoras se anima a levantar a un hombre que hacia dedo en la ruta llamado Mathias (Anton Weil), cuya personalidad extrovertida contrasta con la sombría y reservada de Victoras. Este encuentro desencadena una dinámica de atracción y repulsión propia de una road movie, donde los opuestos se enfrentan y se atraen en igual medida.
Stelios Kammitsis (director y guionista) demuestra un enfoque muy laissez-faire con la narrativa, divulgando solo el mínimo imprescindible de información, dejando que los actos y las emociones hablen más que los diálogos. Es algo que funciona efectivamente con el protagonista, cuya complejidad se va revelando poco a poco a lo largo de la película: aunque el papel no es muy expresivo que digamos, Magouliotis sabe mostrar las grietas de la fachada protectora de su personaje. Mathias, por el contrario, nunca deja de ser un enigma, más un ejemplo masculino del arquetipo Manic Pixie Dream Girl (la chica excéntrica pero perfecta que existe solo para realizar las fantasías del protagonista inadaptado) que un personaje con vida propia. Esto daña la película cada vez más, porque la intimidad que aflora entre los dos no se desarrolla orgánicamente cuando uno de los participantes es tan plano. Un argumento tan tenue requiere unos personajes mucho más fuertes para sostenerse.
La historia se vuelve un viaje emocional y psicológico, donde los personajes buscan respuestas y consuelo en medio de la angustia y la incertidumbre. Con una narrativa cuidadosamente construida y actuaciones convincentes, la película invita a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones familiares y la búsqueda de identidad en un mundo en constante cambio.
Aunque, es una lástima que lo que debería ser una intensidad apasionada pierde fuelle hacia la mitad, antes de que un conflicto más bien artificial dé pie al segundo acto, pero el clímax es emocionante gracias en gran parte a Stella Fyrogeni, quien entra en el último momento para interpretar a la madre de Victoras con las emociones contradictorias que exige el papel. Sin embargo, los magníficos paisajes europeos proporcionan un telón de fondo estéticamente coherente para la historia. "The Man with the Answers" se destaca en la creación de atmósfera, pero se queda corta en el desarrollo de personajes, lo que limita su potencial impacto emocional.