En el oscuro submundo del teatro independiente porteño, se esconde un verdadero tesoro: "Fausto” (Tragedia Musical), un musical extraordinario que desafía las convenciones y se zambulle en las profundidades del mito faustiano. Esta audaz producción, dirigida por el visionario Gastón Gliksztein y con música original de Ale Dolina, es una auténtica celebración de las artes integradas que cautiva desde el primer acorde.
La puesta en escena es un deslumbrante despliegue de talento actoral, coreográfico y vocal. El elenco, encabezado por el magistral Charley Rappaport como el ambicioso Fausto, entrega actuaciones sobrecogedoras que atrapan al espectador en un torbellino de emociones. Rappaport, con su presencia imponente y su voz etérea, encarna a la perfección la tragedia del hombre que lo sacrifica todo en pos de la juventud y el conocimiento.
Pero el verdadero protagonista de esta obra es, sin duda, el demonio Mefistófeles, interpretado por el talentoso Emmanuel Degracia. Su interpretación visceral y su impresionante registro vocal lo convierten en un villano cautivador, seductor y aterrador a partes iguales. Degracia domina el escenario con su carisma demoníaca, elevando cada escena a nuevas cumbres de intensidad.
Los números musicales, compuestos por el genio de Ale Dolina, son auténticas joyas que elevan la narrativa a un plano sublime. Desde los etéreos coros de las súcubos, interpretados por Evgenia Lisina, Aldana Gribnicow y Ana Emanuel, hasta los desgarradores solos de Maia Barrio como la inocente Gretchen, cada melodía se entremezcla con la trama de manera orgánica, transportando al público a través de un caleidoscopio de emociones.
La dirección de Gliksztein y Damián Henquin es un ejercicio magistral de equilibrio, entrelazando con destreza los elementos visuales, sonoros y narrativos. Los efectos lumínicos y las cuidadas coreografías realzan la atmósfera siniestra y la sensación de estar presenciando un ritual antiguo y prohibido.
Pero más allá del impecable despliegue técnico, "Fausto" (Tragedia Musical) trasciende las fronteras del entretenimiento para convertirse en una profunda reflexión sobre la condición humana. A través de citas bíblicas y referencias mitológicas, la obra explora temas universales como la ambición desmedida, la redención y el eterno conflicto entre el bien y el mal.
En resumen, esta producción es una auténtica obra maestra que no debe perderse. Cautivadora, desafiante y profundamente conmovedora, "Fausto" (Tragedia Musical) es un recordatorio poderoso de que el teatro musical, cuando se ejecuta con maestría, puede elevar el espíritu y trascender las limitaciones del género.
FICHA TECNICA:
Fausto: Charley Rappaport
Mefistófeles: Emmanuel Degracia
Gretchen: Maia Barrio
Lilith: Aimará Vázquez
Dramaturgia: Joaquín Stringa
Letras de canciones y material adicional: Gastón Brian Gliksztein
Música Original y Arreglos Vocales/Corales: Ale Dolina
Piano y Dirección Musical: Damián Henquin
Cello: Valeria Tartara
Coro (Lilim, Súcubos): Diego Soler- Evgenia Lisina- Aldana Gribnicow-
Puesta Coreográfica: Agus Cumba
Diseño de Luces: Gastón Brian Gliksztein
Vestuario: Carla LiguoriFotografías: Marcela RussarabianPrensa: Natalia Bocca
Identidad Grafica: Wilfredo Parra
Producción Ejecutiva: Gastón Brian Gliksztein
Puesta en escena y Dirección General: Gastón Brian Gliksztein