Set de pasillos independientes: una crónica sobre la última feria de editores
La casa de las editoriales independientes, abre sus puertas una vez al año durante cinco días en el C. Complejo Art Media situado en el barrio de la Chacharita en frente de “Parque Los Andes”.
El C Complejo Art Media es un galpón cuyas paredes pertenecían a una antigua fábrica metalúrgica pero que hoy oficia de escenario para la realización de propuestas musicales, teatrales, audiovisuales y multimediales. Este sitio arropó, durante la primera semana de agosto, y como lo hace desde el año 2013 a las firmas editoriales más pequeñas de la Argentina y de América Latina.
Según la página Boedo Web, “el evento está organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con la participación de más de 300 sellos de todo el país, América Latina y España”.
En una nota periodística de Javier Sinay para la Fundación Red/Acción, el autor cita la tesis de Cecilia Daniela Paéz: “La concentración del mercado editorial en Argentina entre 1991 y 2001”donde se subraya que: “La invención del libro independiente se produjo a causa del atraso industrial y al costo de los insumos. Por otra parte, Sinay, hace referencia a la década de 1980 en Argentina donde, “la industria del libro no logró recuperar la competitividad en los mercados extranjeros y la ausencia sistemática del actor estatal como regulador, promotor del libro y la lectura” explicando que se formó: “un escenario de inestabilidad económica y política, que trabó la recuperación productiva después del estancamiento de la dictadura”.
Todavía falta media hora para que se abran las puertas del complejo, y una fila de personas sobre la calle Corrientes al 6271, esperan conseguir un libro más económico que los que puedan encontrar en alguna de las librerías “tanques” de la Capital Federal.
Un joven nacido en Santiago de Chile hace aproximadamente 20 años le pregunta a sus amigas:
-“¿Cuándo vamos a tener nuestra librería?”
-“No se, cuando encuentre un lugar”- responde ella.
Chile, es el país invitado de la Feria de Editores, igual que en la última Feria Internacional del Libro desarrollada entre abril y mayo de este año, al cumplirse 50 años del derrocamiento del Presidente Salvador Allende.
Se entra por un laberinto de cintas negras haciendo zigzag, sobre un tramo oscuro hasta que los puestos de los libreros lo iluminan todo. En el entrepiso hay un bar donde los visitantes pueden ir a comer, tomar algo y deleitarse los oídos con algún rock nacional. También es el lugar donde los autores reciben a sus lectores para firmar sus ejemplares y sacarse alguna foto, mientras dos jóvenes que llevan remeras que dice “FEB 23”, registran todo.
“Nosotros nacimos en el año 1996, y empezamos a hacer libros porque la industria no se digitalizaba y costaba una monstruosidad publicar, entonces, empezamos a hacer libros porque queríamos ser escritores” cuenta Adrián, dueño de la Editorial Ascasís, y agrega que el sello si bien nació en Santiago de Chile, estuvo en un temporada en un pueblo rural a 40 kilómetros de la Capital chilena que se llama Isla de Maipo, y ahora hace seis años se radico en Valparaíso, Adrián cuenta que esta tercera etapa, tiene como objetivo hacer libros para los cuales le puedan construir lectores, que ese es el gran objetivo de la editorial.
En los pasillos del Complejo Art, hay personas que quieren comprar y vendedores ofrecen sus materiales a bajo costo. Si caminamos por el atajo Sara Gallardo, nos encontramos con Javier, un santafesino, delgado, lentes de aumento que tiene como una de sus principales ofertas: “Mexicodelia”, perteneciente al autor Diego Altabás, un periodista, productor y viajero cordobés que escribió una crónica periodística de viaje que trascurre luego del estallido del año 2001, donde cuatro amigos deciden iniciar un viaje para cambiar sus vidas. La editorial de Javier se llama Contramar, ofrece narrativa, ensayos de autores de las provincias argentinas, él dice que de ahí vienen la mayoría de las publicaciones que hoy trajo hasta este galpón del barrio de Chacharita.
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El olor a café se hace presente en el puesto editorial de un joven Chilena, mientras acomoda sus libros de ficción literaria.
“En la facultad enseñan cosas estructuradas y básicas que a veces nose si sirven tanto para escribir” le responde la editora a una joven que sueña con escribir su primer libro y luego acuerdan en escribirse para construir una juntas una devolución.
Son libros que están ilustrados con colores vivos, posicionados para generar un contraste con las lucen que iluminan toda la extesión del galpón. Gente que tiene preguntas y feriantes que tienen respuestas, haciendo una síntesis o resúmenes de sus libros a la venta, como por ejemplo; “Los brasileros” de Rodolfo Omar Serio, una novela que según la página web El Salvaje Federal, “En Los brasileros se habla de astrología, de espiritismo, de la Pomba Gira, del sapo dorado, de amigas, de novios, exnovios, de la encrucijada de los ex de los ex, de qué significa nacer un 31 de diciembre.
En el pasillo “Sara Gallardo” esta Francisca, encargada de la Editorial Azul Francia situada en el Barrio de San Telmo que con cinco años de vida ya lleva publicados alrededor de ochenta títulos entre narrativa y poesía: “Los títulos que más compra la gente es Viracocha, una novela Confederación de los Trabajadores Absolteos y Canción de Vispera”, afirma la librera. Francisca, siente que en el espacio que ofrece Art Media, no hay roces y además, se llena de gente y que eso a esta joven editorialista le parece bárbaro.
Juan Pagella
